Sempere con su hermana Concha en el corral de su casa de Onil
Nada material queda de sus dibujos de niñez, pero sabemos que dibujaba y exageraba con perspicacia los rasgos de maestros y compañeros de clase. Con esto, logró ganar la atención de todos y crear a su alrededor cierta fama de pintor.
Su hermana recuerda especialmente su primer óleo -copiado de una tarjeta- en el que aparecía una dama ataviada con traje de época lleno de bordados que tocaba un piano de pared con candelabros; en este primer óleo, Eusebio logró reproducir con enorme gracia los detalles del vestido, la perspectiva, el color… causando la sorpresa y la aprobación de su familia. Sempere tenía solo ocho años.