El regreso a España de Sempere determina el siguiente punto de inflexión en su trayectoria como creador. Tiene en su bagaje todo lo descubierto y trabajado en Paris añadido a su «escuela» española; ahora va a encontrar un contexto artístico y pictórico muy diferente de cuando partió. Independiente pero permeable, abierto y dispuesto a evolucionar , Sempere no duda en integrar, una vez más, aspectos de aquello que encuentra en la España de los 60.
Al llegar a España encontré el gran reconocimiento que tenían los pintores informalistas, y eso parece que me influyó bastante. Digamos que contribuyó a suavizar mis esquemas geométricos anteriores.
Sempere. Galería Edurne. 1974.
Y regresé a España donde me marearon las influencias. Fue una época de recapacitación para empezar de nuevo. En esta época se disolvía El Paso. Como aquí no habían visto lo mío, era incomprensible. Y realmente no hice nada por imponerme. Seguí trabajando hasta que dijeron: «Esto no está mal del todo».
Gazeta del Arte.nº 53. 7/12/1975
Al llegar a Madrid de nuevo hubo una especie de reverencia por todo lo que me rodeaba. Mi pintura, y era algo que nunca había olvidado, tenía que entramarse con toda la tradición y continuarla.
Conversación con Sempere. A. Trapiello. Guadalimar nº 8. 1975.
Ya en España se produjo en mí una mezcla de sentimientos: mi formación francesa, racionalista, y el choque con la pintura española de los museos. Esto me produjo un choque interno bastante difícil de solucionar. Y creo que ahora mismo mi pintura es una síntesis de dos direcciones: unos esquemas ciertamente rígidos de construcción del cuadro, y otros elementos de menor rigidez en cuanto al color y al concepto mismo de la obra.
Arte Contemporáneo y sociedad. Forma, movimiento y comunicación. Eusebio Sempere. I.S.F. Valladolid. 1981.
Personalmente tenía una serie de planteamientos que operaban más a niveles intuitivos que conscientes. Así, la misma sorpresa de ejecución me cogía a mí mismo por sorpresa. Era embarcarte en una operación de la que nunca sabías cómo salir a ciencia cierta.
Conversación con Sempere. A. Trapiello. Guadalimar nº 8. 1975.
Sempere, inicia un nueva etapa en la que utiliza la tabla como soporte material influido por los materiales y texturas utilizados por el grupo El Paso:
«En 1960, cuando por primera vez utiliza la madera como soporte, movido tanto por dar una base más rígida a la obra como por conseguir una presencia que en sí el papel no tiene. Elige el contrachapado para los cuadros de mayor tamaño y, más tarde, el tablero aglomerado para tamaños más pequeños, únicos o que componen dípticos u otras combinaciones.
La adopción del contrachapado de madera como soporte obliga a Sempere a buscar un fondo que hasta ese momento elegía de una reducida gama que de algún modo condicionaba el resultado. Con la elección de la tabla como soporte abre posibilidades a su pintura al tiempo que lo aleja de esa constante de fondo que le daba el papel, aunque no dejara de emplearlo.
Este nuevo problema del fondo le obliga a emplear nuevas gamas de colores en función del fondo de color elegido, que ya será un elemento importante y determinante en muchos cuadros.»
La pintura de Sempere en España. Antonio Fernández.
La obra de Eusebio Sempere desde una investigación visual de la pintura. Universidad Complutense Madrid.
Opté por trabajar sobre tabla, porque mi instrumento fundamental es el tiralíneas. Empleo también la regla.»
Sempere, Eusebio. «Forma, movimiento, comunicación».
Fernando Soria y M. Almarza-Meñica.