Con el título de profesor de dibujo, Sempere decidió continuar de estudios en la especialidad de grabado. Una vez que se sintió liberado de la obligación académica, comienzan a aparecer, en dibujos y óleos, los primeros síntomas de individualidad y discordancia con la norma impuesta por la Escuela.
El trabajo realizado durante estos dos años de estudios de grabado se plasmaron en aguafuertes y en punta seca que nos muestran la reacción a la etapa anterior mediante la imitación de modelos que contrarrestan la luminosidad y el color exigidos en el pasado. Sempere busca en Goya, en el tenebrismo y el expresionismo español.
A ratos libres, copia a Ribera en el Museo de Valencia e imita a Modigliani y a Matisse en los retratos a lápiz de los años 47 y 48. De esta época es su magnífico e inquietante autorretrato a punta seca.