PROCESO CREATIVO: Aprendizaje (1940-1949)

La Norma Académica 1940-1946

Eusebio Sempere ingresa en La Escuela de Artes y Oficios en 1940 , tras un año de estudios en la Academia Cabanilles; casi simultáneamente, inicia sus estudios en BBAA en la Escuela de San Carlos de Valencia que finalizarán en 1946. Es el tiempo de la inevitable norma académica, de los modelos clásicos impuestos por el criterio de la escuela valenciana que consideraban a Sorolla casi como el único paradigma pictórico.

Esta etapa de su vida dedicada al aprendizaje no fue recordada como algo grato o enriquecedor, por el contrario, siempre manifestó rechazo y desagrado ante el recuerdo de esos años.

Los años de asistencia en la Escuela fueron monótonos y poco fructuosos por la obligación desagradable que suponía estar sujeto a todas aquellas disciplinas mal dirigidas y peor digeridas. Durante esos años circulaban por la escuela reproducciones del Impresionismo y del Cubismo con el natural desconcierto de los profesores: -«Eso es veneno»- decían.
Sempere. Cirilo Popovici Dirección general de Bellas Artes, 1972.

La estancia en la Escuela de San Carlos fue desesperante. Allí se perdía el tiempo de una manera total. «El azul se usa así, no podéis poner bermellón, no podéis poner tal cosa…» Y de esta forma pasas los años. Pero yo tenía que seguir cursos para demostrar a mi familia la seriedad de querer ser pintor.
… Académicamente, los modelos a seguir eran una cacerola de cobre, una calavera y un cortinón detrás. O sea, lo más impintable.

Sempere. Galería Edurne. 25/11/1974.

Más categórico resultó años más tarde en el libro de Josep Meliá editado en el 76: Una mierda todo, ponlo, no te olvides de decirlo.
La mayoría de trabajos y dibujos de esta época fueron destruidos por él mismo.

Sin embargo, alguien había en esa escuela para aportar una perspectiva diferente sobre pintura, era el Padre Roig, paradójicamente fue el profesor de religión de BB. AA. quien se preocupó por ofrecer otra visión a sus alumnos dándoles a conocer figuras como: Kandinsky, Matisse o Le Corbussier. La amistad entre ambos se dilató -con variaciones de intensidad- hasta la muerte del profesor.

Quien más nos influenció en la escuela fue un cura que daba clases de religión. Pero en lugar de hablarnos de temas religiosos, nos hablaba de arte moderno. Era el padre Roig.

Sempere. Galería Edurne. 25/11/1974