Abandono de la Figuración 1953

Decidí entonces que el camino que parecía tener abierto era el de la abstracción.

Hacia 1953. recuerdo que lloraba, de verdad, al tener que despedirme de la figuración. Como si fuese a entrar en un convento. Como si fuese la despedida de un mundo para introducirme, para siempre, en otro. (Naturalmente, el paso se produce tras mucho tiempo de análisis). Vienen unos años muy duros.

Sempere. Galería Edurne. 1974.

Sempere entraba en terreno desconocido, en aquello en lo que tenía que comenzar desde cero, en un camino del cual no tenía ningún sustrato, solo la intuición de que esa era la dirección en la que quería adentrarse y buscar.

El choque terrible se produjo cuando me encontré con un primer cuadro de Mondrian. No era conocido mas que por sus cuatro amigos. Y ahí viene el drama.
… Pensé que en ese momento que un camino mucho más serio podía ser el de Mondrian. Una exposición de Mondrian era deslumbrante. Era un hombre de una enorme rectitud, un místico realmente, y dedicó su vida a ser así, hasta la muerte (…). Su pintura me pareció extraordinaria. Logré asimilarla con cierto riesgo. Pero seguía con el mismo problema. Mondrian mismo había llegado hasta la cima y no se le podía seguir. Era dificilísimo para los jóvenes pintores continuar por el camino de Mondrian. Ya no me sentía con fuerzas, por otra parte, para seguir por el camino de lo figurativo. Entonces comencé por la descomposición de los esquemas de Mondrian. Quise introducir al cabo de dos o tres años la luz, la luz real.

Forma, movimiento, comunicación. E. Sempere.
Arte contemporáneo y sociedad. Edit. San Esteban. Salamanca.