Meticulosamente, se adentra en un espacio propio y auténtico; es el tiempo del encierro en la crisálida para vivir la transformación.
Pintaba de noche en lo que yo denominaba experimentos. Es decir, no lo podía enseñar porque no eran cuadros para exponer. Llenaba superficies de papel negro con círculos distribuidos concéntricamente con un compás, en blanco o bien llenando estos
las rayas paralelas unas simples, un triángulo y el cuadrado.
Notas biográficas. Eusebio Sempere. Una antología 1953-1981. IVAM.
Puede suceder que pierda la vida en ello pero creo que es noble insistir en lo que uno cree que es la verdad.
…Sobre su trabajo de estos años. 1955. Sempere. Josep Meliá.
Era una especie de gusto personal en el que tú, como entidad total, estabas metido. Oías cosas, las hablabas, las volvías a pensar, las rehacías, las rompías…, no sé, era algo tuyo, muy tuyo, sin posibilidad de que el proceso de creación se viera frivolizado en alguno de sus momentos.
… Eran muy modestas, papeles, gouaches, cosas pequeñas, me daba cierto reparo. Los demás estaban haciendo cosas de tamaño bastante grande. Cuando Denise René montó la muestra Mouvement, no me llamaron, era lógico. Cuando fue teniendo obras que ya no eran simples ensayos y, a medida que iba pasando el tiempo, me fueron dejando un hueco en las colectivas. Posiblemente fuera el rincón más olvidado. Tampoco me importaba demasiado, sabiendo que era modesto (no pienses que es pedantería, por favor) tanto en lo que hacía como en el cómo lo hacía. Lo de exponer era marginal.
Conversación con Sempere: Guadalimar nº8. 10/12/1975.